miércoles, 29 de octubre de 2008

Era un pájaro que volvió para volar, reir, llorar y pensar

Miraba de reojo. Le dolía ver. Le dolía más que el caliente té que tocaba sus labios. Mascaba galletas pero no tenía hambre. Por alguna extraña razón estaba despierta. Repetía las mismas canciones una y otra vez. Lograba escucharlas pero no oirlas. A momentos sentía sueño. Pero prefería quedarse despierta. Si era necesario se quedaría toda la noche despierta. Necesitaba pensar y el día es muy corto para todas las cosas que debía pensar. Los cigarros le rogaban ser fumados. Sus mandibulas le exigian seguir comiendo. En eso todo en su entorno comenzó a brillar. Los colores se volvían cada vez más fuertes. Comenzó a escuchar una música muy agradable. No pudo reconocer la melodía. De un momento a otro cerró sus ojos. Los apretó tan fuerte que los colores explotaron como pequeñas bombas de pintura. Decidió irse y cuando abrió los ojos se dio cuenta de todo. Se había ido. Para siempre. De ese cuerpo. De esa vida. Pero no de esa mente. Caminó sin saber hacia donde. Se encontró con una máquina parecida a una de bebidas. Buscó en su bolsillo una moneda. La puso en la máquina. Le tocaba escoger una vida nueva. Pensó unos minutos. No sabía cuál elegir. Decidió que quería ser un animal. Y fue así como se convirtió en un pájaro. Y se fue volando. Volando. Volando. Y todavía no regresa. Porque todavía le queda mucho que reir. Porque todavía le queda mucho que llorar. Porque todavía le queda mucho que volar. Porque todavía le queda mucho que pensar.

domingo, 12 de octubre de 2008

Sin título 1


08.10.08

A las 6.45 pm llegué a mi casa y las sombras jugaban con el rojo de la puesta de sol.
Ella discutía con él que estaba parado frente a ella en la otra vereda. Los autos pasaban sin cesar por lo que gritaban pero no podia oirse bien lo que decía cada uno. Ella fumaba sin cesar y lloraba descontroladamente. El la miraba fijamente tratando de entenderla. Sus ojos se desviaban constantemente al sol que se iba escondiendo: -¡Falta poco para que se esconda el sol!- le gritó. Ella apagó el cigarro a medio consumir y cruzó la calle corriendo. Lo abrazó, le dio un beso y le dijo que lo quería, pero ya era momento de partir. El asintió con la cabeza y se entró en la casa. Ella lo vio alejarse y se fue caminando hasta que su figura desapareció en la sombra. El sol ya se había escondido.
Cuando el entró en la casa soltó las lágrimas que había contenido durante la conversación y comprendió que era hora de dejarla partir. Sus ojos vivirian para siempre en los suyos y le tranquilizó pensar que muy pronto la volvería a ver; en otro tiempo, en otra hora, en otro segundo, en otra vida.

domingo, 5 de octubre de 2008

¿Piensa Usted?

27.06.08

¿Que si pienso? ¡yo diría que demasiado! ¿alguna vez has visto con detención sus ojos? se mueven distraidamente tratando de abarcarlo todo. No le importa hacer lo que se le ocurra, si quiere cantar: canta; si quiere dormir: duerme; si quiere beber: bebe; si quiere pensar: piensa.
A cada momento piensa, puede pasar varias horas riendo sola y feliz de estar pensando cosas. Piensa lo que sea, una historia de terror o puede inventar su propia vida soñada en cuestión de minutos. No le cuesta imaginarse pintando o volando, en su pensar todo se puede y cuando digo todo, es TODO.