Basado en la experiencia de Llanto.
Aventuras en Viña Parte I
Sábado 05 de julio, 14:00 horas y a Llanto le suena el teléfono, era Insólita, ella estaba desesperada, Santiago la estaba sofocando, había que huir. Insólita le propone a Llanto un viaje a Viña, solo por el fin de semana, ella acepta y después de invitar a Hostil, las tres se reunieron para emprender viaje a la quinta región.
Al llegar al Terminal de buses, tratar de buscar lo más económico. Encuentran a la línea de buses Condor, el valor de los pasajes ida y vuelta era de tan solo $4400 pesos. Llanto se disponía a pagar cuando se da cuenta que en su mochila no estaba la billetera, mala señal, no tenía dinero nada de nada.
Insólita y Hostil no la dejan devolverse a casa y le prestan el dinero para que las acompañara.
Se suponía que en la noche se encontrarían con una buena amiga de Insólita, se llamaba Valentina Siebald, pero no la llamarían hasta estar instaladas en algún lugar.
Al llegar al Terminal de Viña, una guapa chica las espera ofreciéndoles hospedaje. Definitivamente ella había caído del cielo. Esta niña las llevó a una agencia, en donde les ofrecieron una pieza con una cama, con un grato ambiente familiar, baño privado y desayuno para tres. Era perfecto, aceptaron, corriendo el riesgo de encontrarse con cualquier cosa........
Aventuras en Viña Parte II
La hostal Cristina (o Cristiana según la confusión de Insólita), quedaba a una cuadra del reloj de flores. Efectivamente la pieza constaba de una cama y nos darían desayuno al día siguiente, también se dieron cuenta que el espacio era de dos por dos, que el baño escondía pelos, y que las frazadas que les habían prestado para cubrir el sofá cama parecían alfombras guardadas hace 50 años, el olor era insoportable.
Sin embargo, no había de qué preocuparse, habían ido a la vida, y eso era lo que ésta les ofrecía, no hubo problema, entre risas se acomodaron. Insólita se cambió ropa, se pintó los labios y se tomó el pelo, era su noche.
Pasaron a comprar algo poco, para beber junto a la amiga de Viña, y llegaron a su departamento. Valentina las trató como estúpidas, porque ella les podía dar hospedaje y ni siquiera se atrevieron a preguntárselo. No importa, ya estaba todo hecho.
Lo bueno era, que el pololo de Vale, trabajaba en la disco Goosse, así que las puso en la lista.
El reloj marcaba las una, y ellas disfrutaban del 3X1, tres piscolas al precio de una, no había donde perderse. Ya, van a bailar hehehe entonces......
Aventuras en Viña Parte III
“Él me gusta, no me voy sin darle un beso”, dijo Insólita, y si lo afirmaba de ese modo, había que creerlo. El chico está solo, Insólita se le acerca y le dice: “hola, soy francisca y me gustas, no te molestes por lo que voy hacer”, lo besó y se volvió a bailar junto a Hostil y Llanto. De seguro era los freak que le había pasado en la noche ese tipo, asi que volvió a buscarla, pero no se demoró tanto en darle filo a la pobre Insólita.
Son las 5:30 de la madrugada y se van.
Llanto lloraba de hambre, solo deseaba un Italiano. Caminaron hasta encontrarlo, se comió el que quería y al llegar a las 6 a la pieza donde la Sra, Cristina se devoró la mitad del de Insólita.
Al acostarse, Llanto se percató que algo raro pasaba con las manos de Hostil, pero no daremos detalles del asunto…
Domingo, 10 de la mañana, esta lloviendo, llega el desayuno y Hostil no para de sacrle nervios al jamón, en realidad ha sido uno de los desayunos más desagradables que han tenido juntas.
Salieron a caminar…….
Aventuras en Viña Parte IV y FINAL
a si ...
salieron a caminar...
Como era de esperarse, (por la suerte que las sigue siempre) el día era horrible, no paraba de llover.
Las olas rompían con fuerza, el mar estaba enojado, no quería que ellas estuvieran allí.
El furioso oceáno tomó represalias con Insólita, al verla desprevenida lanzó una ola de cinco metros, empapándola de cabeza a pies. (pobre, pero fue tan gracioso)
Debían seguir caminando, esperar la brisa para que la víctima pudiera secarse. Pasaron por el lado del jeep 4X4 ultimo modelo del año, de un tal Max (tipo desconocido que se sacaba fotos fuera del casino). El aspecto del as tres chicas no era el mejor, Max no aguantó el silencio y comentó a su mujer en voz muy alta "Shhh les compro la pintita". La autestima se les cayó más allá del suelo.
Viña del Mar les estaba echando, había que irse, emprendieron viaje al puerto.
"Ay Vaparaíso de mi Amor", el mercado, un buen consomé de mariscos y el teleférico.
En el mirador, Hostil se enojó, y haciendo caso a sus típicos arrebatos de hija única se separó, pero se perdió.
Luego la encontraron.
Era tarde había que devolverse a la capital, por el teleférico??
"Pero por qué mejor no bajamos por el cerro caminando asi es más lindo........... y más peligroso" dijo Insólita al ver un grupo de shiquillos de dudosa reputación.... Sin embargo, continuaron, la la la la la, pasaron por delante de una jovencilla que estaba sentada en unos fierros mientras se miraba en los vidrios de un restaurant que estaba cerrado. Hostil se adelanta y Llanto la sigue, Insólita se queda parada frente a esta mujer mirando una flecha dibujada en el suelo, cuando de pronto se escucha salir de sus labios "me daré el gusto de sacarle la cresta por lo menos a una"
El pánico abrazó a estas tres aventureras y no les quedó otra que salir corriendo.... no pararon hasta llegar a una micro que las llevara al terminal....
Las señales eran muchas, había que escapar del lugar, debían devolverse a Santiago...
Así fue...
FIN
(no hay fotos de Valparaíso, la ola que se ensañó con Insólita produjo un corto circuito en la cámara amiga)
